jueves, 25 de septiembre de 2014

HIENA "¿QUÉ ES LO QUE TE DIRÁN LOS TRAFICANTES?"


HIENA "¿Qué es lo que te dirán los traficantes?" es un fanzine tradicional, defectuoso, de la vieja escuela, realizado a partir de noticias de El Mundo, una guía contra el consumo de marihuana y un prospecto de la píldora del día después. También contiene ilustraciones y algunos textos automático-retardeds sobre la democracia, los gilipollas, las instrucciones de uso, Froilán, las opiniones y hasta un poema de Catulo.

Hasta hace bien poco, sólo un pequeño y selecto grupo había tenido acceso al fanzine. Lo retiré de la circulación antes incluso de ponerlo en circulación. Sin embargo ahora cualquier advenedizo hambriento de reflexiones down -como tú- puede conseguirlo fácilmente aquí y, de paso, echar un vistazo al resto de fanzines de ANTIPERSONA.

Aquí el desplegable central, para que no os llevéis a engaño:
(pincha sobre la imagen para ampliar)



miércoles, 24 de septiembre de 2014

En la azotea más alta de todas, sola,
apoyada sobre la barandilla, la cadera ladeada,
como a ti te gusta.
El sol de espaldas, sobre tus hombros,
y esa brisa que te recuerda a tiempos lejanos,
tiempos mejores.

Abajo, la gente.

Suena tu canción preferida,
esa que te da hasta vergüenza escucharla.
A veces duele, otras calma,
hoy te convence.

La gente es sólo un paisaje.
De cerca, la mayoría,
naturaleza muerta.

Apuras el vino o la cerveza, lo que más te apetezca.
Podrías coger impulso y saltar, como cuando hablas sin pensar,
volar unos segundos y estampar tu cabeza contra el suelo,
a ver qué pasa.
O tal vez coger un fusil de larga distancia,
recarga manual.
Seguro que más de una vez has soñado con el mecanismo del cerrojo,
apuntar y disparar,
recargar;
apuntar y disparar,
recargar.

Estaría bien,
pero ahora te incomoda la distancia,
los días lentos, las noches putas.
No sabes cómo decírmelo,
ya lo sé.
Yo también quiero ver arder la ciudad junto a ti.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Qué será esta vez

No sé qué es la paz,
yo no soy un hombre,
soy un campo de batalla,
un peso muerto con la forma de mi cuerpo
y todas las noches despierto preguntándome lo mismo
¿será esto lo que llamaban los griegos una vida de perros?

Tengo vínculos afectivos con animales de la calle
mucho más fuertes y profundos que con la mayoría de gente que conozco
y aun así siempre hay alguien que le da sentido a las noches
un banco, un bordillo, un portal y un pitillo;
ya no quedan trenes, han cerrado el metro,
a qué esperamos para saltarnos ya los dientes.

Siempre con la misma duda al doblar cualquier esquina:
qué será esta vez,
que sea rápido y no duela
que tengo un gato negro hambriento
esperando a que vuelva.