martes, 6 de mayo de 2014

CXC

hogar.
(Del b. lat. focārisadj. der. de focus, fuego).
1. m. Sitio adonde se sabe que siempre se puede volver


Sé lo que es una casa, he vivido en muchas:
dos en Piedralaves, dos en el Barrio del Pilar, una en Valdezarza y cuatro en Tetuán.
He dormido en camas pequeñas, de matrimonio, hinchables, sofás, esterillas, bancos, parques, playas, flotadores, jardines, suelos, escaleras, alfombrillas, felpudos
e incluso sobre un campo de fútbol de tierra a la salida de un after.

Podría dormir en cualquier sitio
pero nunca volver,
no siempre:
o ya no me dejan, o cambiaron de dueño, o lo movieron de sitio,
o ya no existe, o ya no quiero, o no lo recuerdo,
o está prohibido, o no sé volver.

A veces me gustaría experimentar cómo sería eso de saber que siempre se puede volver,
una cama con mi forma,
mi sitio en la mesa,
un rincón preferido,
mi foto en la pared,
una boca que sólo sepa mi nombre
o el abrazo seguro
tras cagarla otra vez.